2006-01-24

Por el Desarrollo Sustentable: Ser o no ser

Por el Desarrollo Sustentable: Ser o no ser

La planta de tratamiento de aguas servidas usa una tecnología contaminante y aparentemente muy barata, porque la mayor parte de los costos no los pagará la empresa sino que los pagará el río Toltén con la extinción de su rica vida natural. Es decir, se destruye el más valioso ecosistema de Villarrica para transformarlo en ganancias financieras que irán a bolsillos privados.

Por Manuel Gross Osses

La economía chilena creció en un 6,3% en el 2005 y dentro de los múltiples factores que impulsaron ese crecimiento, el principal fue, según Vittorio Corbo, Presidente del Banco Central, el alto nivel alcanzado por la inversión pública y privada.

Este hecho contribuye a asegurar el crecimiento futuro, pero establece una peligrosa presión sobre los recursos naturales renovables porque, como es sabido, la crisis asiática que sufrimos a principios de la década obligó a consensuar la "Agenda Pro Crecimiento" que finalmente logró su objetivo de re-dinamizar la economía, pero a costa de bajar el énfasis en el "desarrollo sustentable".

En un reciente artículo, el economista Marcel Claude, presidente de la Fundación Océana, expresa que se ha producido "la profundización de un patrón de acumulación que consiste en la conversión acelerada de capital natural en capital financiero, lo cual es altamente destructivo y depredador, con el agravante de que va de la mano con la concentración de esta riqueza en corporaciones y grupos económicos que operan precisamente en los sectores que explotan intensamente el medio ambiente y sus recursos, sin considerar la incapacidad de los ecosistemas para soportar esta sobreexplotación."

Este fenómeno de descapitalización de recursos naturales lo estamos viendo diariamente en las radios y en los diarios que publican las denuncias de muchos ciudadanos y comunidades que son afectados en su medio ambiente y en su calidad de vida debido a la ejecución de grandes proyectos de inversión.

Especialmente en Villarrica vemos como la empresa Aguas Araucanía, del Grupo Solari, intenta por todos los medios imponer la construcción de una planta de tratamiento de aguas servidas que usa una tecnología contaminante y aparentemente muy barata, porque la mayor parte de los costos no los pagará la empresa sino que los pagará el río Toltén con la extinción de su rica vida natural.

Es decir, se destruye nuestro más valioso ecosistema para transformarlo en ganancias financieras que irán a bolsillos privados.

Frente a esta aberración que dañará irremediablemente el desarrollo futuro de la comuna, hay un increíble silencio de una mayoría de las autoridades y representantes gremiales y sociales locales, quienes, de hecho, se están haciendo cómplices de esta situación.

Aunque el Movimiento de Acción por el Toltén está haciendo una positiva labor de difusión, causa decepción que las grandes ONGs ambientalistas no se hayan interesado todavía en el tema de los daños permanentes que generan las plantas de tratamiento químico, impidiendo con su silencio que se forme una masa crítica de ciudadanos razonablemente bien informados que se organicen para luchar por la defensa de los recursos naturales que son la base del desarrollo sustentable.

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Blog de Manuel Gross en Atina Chile